Os dejamos con el reportaje publicado en Diari de Vilanova sobre el Instituto de Robótica para la Dependencia.


‘FOLLOW ME’ PARA LA MOBILIDAD

El Instituto de Robótica para la Discapacidad está desarrollando un sistema que facilita la movilidad a las personas en silla de ruedas. Un voluntario ataviado con un chaleco es detectado por los sensores que lleva la silla que le sigue. Situadas detrás y haciendo fila, el resto la siguen también con sensores. Es un trabajo con la UPC, Lasalle y el apoyo de la Obra Social de “La Caixa”.

 

AVE MARIA ‘HIGH-TECH’

La fundación mejora la atención a los discapacitados con la incorporación de la robótica avanzada

Cuando en marzo de 2013 en Nao entró en el Ave María, los usuarios de la fundación recogieron una batería de nombres y lo rebautizaron como Jordi. En Nao, para quien no lo conozca, es un pequeño robot con aspecto de humanoide comercializado por la empresa Aldebaran Robotics, de París, muy rodado en escuelas de todo con alumnos con trastorno TEA (Trastorno del Espectro Autista) . Habla, canta y baila y, lo que es más importante, interactúa con las personas. En los casi tres años que han pasado, se ha convertido prácticamente un icono de la línea iniciada entonces por la fundación y que se consolidaría en diciembre de 2014 con la creación del Instituto de Robótica para la Discapacidad.

El Instituto de Robótica ha hecho avances con la nueva tecnología

David Amela, educador en atención individualizada, lo tiene claro, después de la experiencia: La robótica ha venido para quedarse. A su juicio, el robot es un colaborador del terapeuta. Es un facilitador y anima a los doce chicos que tenemos. La actividad con él no es pesada, asegura.

Antes que Nao / Jordi entrara a la Fundación Ave María, unos doce años atrás, los responsables de la entidad hicieron una primera toma de contacto con la alta tecnología: el nuevo sistema de lavandería para residencias. No es todavía robótica. Se trata de una solución tecnológica que evita los errores a la hora de clasificar la ropa, un problema difícil de detectar si no se quejan los usuarios, en palabras de Joan Oliver, director de investigación del Instituto de Robótica. Asimismo, es una solución que emplea a personas con discapacidades. Este sistema, señala, permite que el trabajo de la lavandería esté asistido mediante luces, indicaciones muy pautadas, organizado de tal manera que se minimicen las manipulaciones y posibilidades de errar para permitir que lo puedan desarrollar trabajadores con alguna discapacidad.

Desde entonces, ha pasado bastante tiempo y los avances tecnológicos han sucedido de manera vertiginosa. Y la Fundación Ave María no ha querido dejar pasar el tren. Vimos que a las personas les faltaban muchos recursos técnicos para ayudarles a vivir de manera más segura y en un futuro deberíamos ayudarles a tomar decisiones más adecuadas, explica Antonio Reverter, vicepresidente de la Fundación Ave María y patrón del Instituto de Robótica.

 

LA CAPILLA LABORATORIO

El Ave María ha adaptado provisionalmente como laboratorio la capilla del edificio modernista que ocupa. Desde finales de febrero del año pasado trabajan Joan Oliver, que desarrolla la línea de productos, y el investigador Jainendra Shukla, que hace el doctorado industrial con la Universitat Rovira i Virgili. Es el encargado de la línea de investigación y en estos momentos desarrolla un sistema de reconocimiento de las emociones mediante la técnica del EEG (Electroencefalograma) adaptada a personas o robots para la su efectiva interacción con usuarios con discapacidad intelectual. Hay que tener presente que hablamos de individuos con dificultades o imposibilidad
para verbalizar sentimientos que, además, resultan difíciles de interpretar a partir de la expresión facial. Tenemos que mirar en su mente y ahora mismo tenemos educadores, pedagogos y psiquiatras que evalúan, pero esto es muy subjetivo, asegura Shukla. El nuevo sistema, más objetivo, permite mirar las señales y ver un patrón.

La entidad prevé trasladar la unidad al futuro campus cerca de los Mossos

Desde la línea de creación de productos, Oliver se muestra plenamente satisfecho de los resultados alcanzados hasta el momento. Hemos hecho muchas innovaciones y las iremos recogiendo y llevando al mercado, cuenta. A modo de ejemplo, menciona las actividades y la mesa táctil de estimulación cognitiva. La estrategia para desarrollarlo es clara. A través de acuerdos con las principales asociaciones de Cataluña, España y Europa iremos recogiendo las necesidades del sector, así como las de la fundación, las analizaremos y iremos creando proyectos de innovación para darles solución y llevarlos al mercado, avanza Oliver.

El auténtico banco de pruebas para en el Instituto de Robótica son los diversos ingenios que el personal de el Ave María ha ido incorporando en su día a día en las actividades con los usuarios, cada uno con su nombre. Amela destaca que el robot genera un sentimiento de proximidad y mucha empatía con los chicos. nosotros, como educadores, que venimos del mundo de la enseñanza, aprendemos cómo programar el robot con actividades, aprovechando las características que tiene, como el reconocimiento de caras, que sean capaces de responder a la voz humana o tengan sonar para reconocer obstáculos.

El personal del Ave María pasar todo el 2014 haciendo un entrenamiento, en el transcurso del cual desarrollar una decena de actividades que trabajan día a día. se estrenaron con en Nao / Jordi, en quien le siguió el Pleo, rebautizado como Luna, un dinosaurio que sería, en palabras del educador del Ave María, la versión 2.0 del Tamagochi o, en otros términos, lo más parecido a un REPORTAJE GRÁFICO: Sidru perrito. Reacciona a las caricias, pide comida y, si pasa hambre, se pone enfermo y se le debe dar una pastilla. La lista se completa con el Sphero, una bola de luz que utiliza un giroscopio, pensado para trabajar la orientación espacial y la estimulación sensorial; el BeeBot, una abeja que también trabaja la orientación espacial, y las tabletas con sus diferentes aplicaciones, con las que puedes hacer lo mismo que hacías con un lápiz y un papel.

 

EL CAMPUS DEL FUTURO

El siguiente gran salto al futuro la espera dar la Fundación Ave María dentro de un máximo de cuatro años, cuando estrenará en unos terrenos cercanos la subcomisaria los Mossos de Escuadra un campus con diferentes equipamientos asistenciales. La parcela, que los tiene que ceder Ayuntamiento de Sitges, acogerá apartamentos y una residencia, así como las nuevas dependencias del Instituto de Robótica.

Mientras esto no llega, se ha pensado en una solución puente para los investigadores. El espacio que ocupan en la capilla es reducido y el año próximo (o esta misma Navidad, incluso) podrían trasladarse a un local de 200 metros cuadrados en el Oasis. Allí tendremos salas y un taller. Queremos que vengan escolares y universitarios, ha avanzado Reverter.